jueves, 7 de noviembre de 2019

DETÉN LA OSCURIDAD


EL LABERINTO



He estado aquí entre tres y cuatro meses. Lo calculo a medias por mis periodos menstruales, pero me he deteriorado mucho así que es probable que este mes no lo tenga. Además, él lo detesta y suele ser aún más cruel que te costumbre en esas ocasiones. El resto del tiempo lo calculo por las veces que nos trae de comer. Una vez al día y cuando estamos heridas, dos. También estoy segura de que nos inyectó algún tipo de anticonceptivo cuando recién nos trajo. Yo podía sentir el pequeño ardor y un absceso en mi nalga cuando desperté, estoy segura de que no lo tenía antes y considerando que no me he embarazado a pesar de las violaciones me hace creer que eso era.

Hoy desperté escuchando un lamento extraño. Entre llanto y suspiro, pero muy bajo, se percibía muy cerca como para ser Martha, cuando escucho llorar a Martha es diferente, ya me sé sus llantos de memoria y esto fue distinto ¿Será el fantasma de Paula que ni en la muerte encuentra manera de salir? ¿Acaso será Mariana? Mariana lleva un buen tiempo entrando y saliendo de mi mente. Quién es o era, fue una de nosotras tal vez; atrapada en el laberinto de oscuridad que poco a poco se disuelve hasta empapar cada pasillo de la mente. Quizás es alguien de su pasado y por eso él la piensa aún ahora, una novia a la que quiso o alguien que le gustaba. Él no acabo en esta situación así porque sí. El laberinto de oscuridad lo cubre a él tanto como a las paredes que me rodean. ¿Quién era antes de convertirse en este monstruo? Todas éramos personas muy distintas antes de esto.  A Paula el encierro le arrebató todo instinto de autoprotección, la convirtió en una masa temblorosa incapaz de nada, finalmente en absolutamente en nada. Martha era bastante decidida y creo que en su esfuerzo por sobrevivir se ha vuelto como un ratón, moviéndose a hurtadillas para no ser detectada, pero haciendo el intento de apelar a la poca humanidad que pueda tener él. Creo que de cierto modo le funciona porque la prefiere, aún le es útil y mientras le sea útil no la va a matar.


Yo, yo por otro lado a duras penas puedo recordar quién fui antes del secuestro. Mis recuerdos se van haciendo lejanos y borrosos. Hace un par de días sin ningún motivo estaba pensando en mi departamento. Mi preguntaba si alguien habría ido a buscar pistas después que desaparecí, en ese momento me di cuenta que, no me acuerdo ya de mi propia casa. Mis cosas y mis muebles están muy tenues en mi mente, no sé si estaba en el segundo o el tercer piso. Tampoco me acuerdo de mi cama. Estuve divagando por horas tratando de recordar el nombre de mi gato, en cierto punto me caí en cuenta de que yo no tengo un gato. Tuve uno, pero se escapó poco después de que murió Javier y jamás volví a tener mascotas. Estoy tanto tiempo atrapada dentro de mi mente que las ideas se van torciendo, se hacen nudos y se empapan de negrura. No sé quién era yo ni lo que quería, qué cosas me gustan y cuáles no, cómo se llamaba mi gato y qué iba hacer el día de mi secuestro, cuánto tiempo había pasado sin ir a ver a mis papás, cuánto más sin salir con un hombre, cómo era cuando niña, cómo era antes de la muerte de Javier.
¿Acaso yo soy Mariana?
Y si no ¿por qué él me llama así? ¿por qué su fantasma atormentado viene a sollozar en mi oído por las noches?
PARTE 1
PARTE 2

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

DETÉN LA OBSCURIDAD

“¿POR QUÉ SIEMPRE ME DEJAS MARIANA?” Edge of the circle No puedo ni recordar lo que me hizo, pero ahora duerme. Parece muy tranquilo, está s...