jueves, 3 de octubre de 2019

DETÉN LA OBSCURIDAD


¿ME HAS VISTO?

Tengo que encontrar la manera de entender y abrirme camino. Tengo que tratar de entenderlo para encontrar una salida de aquí. Sigo con la idea de que la tenue luz que hay es para que alguien nos mire. Hace unos días mientras estaba conmigo, sostenía mis brazos con su mano derecha y me mordió un seno. Yo lo noté desesperar y voltear arriba al punto más oscuro del techo. No estaba concentrado en mí sino en ese punto de obscuridad ¿qué hay ahí? ¿por qué le preocupa tanto? Yo observaba su comportamiento mientras me veía lejos de mí. Él estaba nervioso, pero qué podría ponerlo nervioso a él mientras me está torturando a mí. Yo no lo atacó ni opongo resistencia ni grito. Me voy hacia dentro de mí, es como mi me hundiera entre las paredes de mi cuerpo, sumergiéndome en un mar de adormecimiento, lo miro a él lejano, arriba en la superficie. Entonces siento que me desprendo de mí, me suelto y yo ya no soy yo, dentro de mí: nada.







 Cuando me salgo de mi misma ya ni me duele nada, todo parece un sueño que yo veo de lejos, como desde arriba. Me puedo ver a mí y lo puedo ver a él, el cuarto y las puertas. Hasta noto que me tortura más por buscar una reacción que porque le cause algún placer y después voltea al techo. Casi disculpándose, inseguro y nervioso porque yo me he vuelto algo más parecido a una muñeca de trapo que a una persona.
La única explicación que tengo hasta ahora es que nos miran. Hay alguien allá afuera viendo esto, y esperando un resultado que yo no doy. Eso molesta y llena de la ira suficiente como para asustarlo a él ¡a Él! Por esa misma razón va más con Martha, ella todavía llora y se retuerce de dolor, ella todavía le es útil. Pero si yo no ¿por qué me conserva? ¿Por qué no me ha matado a golpes igual que a Paula?






¿Qué hay en mí lo suficientemente fuerte como para seguir manteniéndome con vida?

Poco después de que mató a Paula, cuando yo todavía lloraba vino a donde yo estoy en un momento poco común no sabría decir si era día o noche, pero fue antes de la comida. Llegó casi corriendo, azotó la puerta y ni siquiera la cerró detrás de sí. Me arrancó toda la ropa harapienta que tenía me violó contra la pared. Después me azotó contra el suelo y me dijo muy, muy bajo al oído “Mariana”. Sentí toda la piel de mi cuerpo erizarse, un sudor frío me recorrió la espina dorsal y por primera vez en mucho tiempo sentí tremendas ganas de llorar en pánico.  Se quedó dormido sobre mis senos por lo que me pareció una eternidad. Hasta ese momento no había tenido tanto miedo de nada de lo que me había pasado, lo sentía respirar sobre mí, abrazarme mientras estaba soñando. Entre sueños me volvió a decir “Mariana” y al cabo de mucho rato se levantó, cerró la puerta tras de sí y se fue.





No pude dormir por lo que debieron ser días ¿Quién es Mariana? ¿Por qué me llamaba así? ¿Qué pasaba por su mente torcida al abrazarme para dormir? ¿Habrá hecho a Mariana lo mismo que me hace a mí? ¿Quién nos está mirando desde el rincón más tenebroso del techo a toda hora? ¿Quién es? O mejor dicho quiénes son y qué quieren. ¿Qué querían de Mariana? ¿Qué le hicieron? ¿Mariana es la razón por la cuál han decidido no matarme todavía?

PRIMERA PARTE

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